Muchas personas eligen la comida cocinada, sobre todo porque es la que evita cualquier riesgo para la salud, animal y humana, al permitir la eliminación de potenciales patógenos como las bacterias, por ejemplo la Salmonella o la E. coli., que sí pueden estar presentes en ingredientes crudos que no se congelen adecuadamente o no se laven lo necesario.
Por otro lado, una cocción ligera facilita la digestión y conserva los nutrientes de los alimentos. Esto no quiere decir que la comida cruda sea mala para los perros, sino que, sin los conocimientos adecuados, la cocinada resulta más segura.
Ten en cuenta estas consideraciones si te preguntas cómo se le debe dar la carne a los perros, el pescado, las verduras, etc. En cualquier caso, recuerda que la mejor dieta es la personalizada a las necesidades de tu perro, de ahí que sea fundamental que cocines según las instrucciones de un experto en nutrición canina o compres directamente la comida a una empresa especializada.